CAUSAS DEL CONSUMO
Las personas que consumen las distintas sustancias parecen hacerlo por una diversidad de razones, unas veces expresadas, otras inconscientes.
LAS CAUSAS MÁS COMUNES SON:
Satisfacer la curiosidad sobre los efectos de determinados productos.
Presión de los pares: pertenecer a un grupo o ser aceptados por otros
Tener experiencias nuevas, placenteras, emocionales o peligrosas
Expresar independencia y a veces hostilidad.
Personalidad mal integrada. Desajuste emocionales, intelectuales, y sociales.
Descontento de su calidad de vida, ausencia de proyecto de vida.
Carencia de autoestima.
Falta de información acerca de los peligros del uso indebido de drogas.
Ambiente desfavorable, crisis familiares y fácil acceso, a menudo, a sustancias que producen.
Dependencia
Escapar del dolor, la tensión o la frustración.
Se debe advertir que todos estos motivos no se hallan necesariamente asociados a una patología individual ni a circunstancias sociales adversas.
Los importantes factores señalados, reforzados por los efectos farmacológicos y de otra índole que producen las drogas causantes de dependencia, pueden hacer a estos productos atractivos para algunos jóvenes que los experimenten.
Las posibles propiedades farmacodinámicas de las drogas pueden ser, según la droga empleada:
Alivio del dolor de la ansiedad
Disminución de las inhibiciones.
Sensación de bienestar.
Relajación y embotamiento de la conciencia
Sensación de alivio de la fa tiga
Producción de estados eufóricos, etc.
Se debe recordar que, para comprender la naturaleza de la fármacodependencia es indispensable conocer la acción recíproca entre la droga y el sujeto que la toma, así como la que hay entre éste y el medio ambiente.
Además de los factores citados, hay otros que tienen o pueden tener relación con el consumo inicial o experimentación de una determinada droga para una persona dada:
· La disponibilidad
· La aceptación social: ciertas drogas no sólo son toleradas por una sociedad determinada sino que, incluso, su consumo es estimulado por los medios sociales (por ejemplo, el alcohol se anuncia y promueve por los medios de comunicación social, prensa, radio y televisión) y hasta por la misma familia.
La familia es fundamental para el desarrollo emocional del niño y del adolescente. Debe brindar un ambiente de amor y seguridad, de diálogo; es necesario saber escucharlo y poder compartir sus sentimientos. Establecer límites que protejan a los hijos de situaciones que todavía no son capaces de resolver, ser tolerantes y promover so autoestima. Brindarle información acerca de los problemas de la sociedad actual: sexualidad, delincuencia y otros temas que nos producen temor o preocupación.
Cuando el adolescente no encuentra en el grupo familiar el apoyo y la comprensión que necesita, los busca fuera de ella, en un grupo de coetános, cuyas normas y costumbres ha de aceptar. Entre ellas está, muchas veces, la de consumir drogas.
Se debe agregar la posibilidad de que el uso indebido de drogas sea, para algunos grupos de adolescentes, la manera, equivocada por su puesto, de expresar su rechazo de la sociedad en que vive; la no aceptación de una sociedad de consumo, orientada hacia el éxito, que enfatiza los valores materiales, olvidando la ética y los valores tradicionales de convivencia, solidaridad y vida espiritual.
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